1. Poner en una olla 1 taza de azúcar y 2/3 de taza de agua. Dar vuelta hasta que el azúcar esté disuelto y cocinar hasta que esté a punto de caramelo.
1. Vaciar el caramelo en el molde donde va a hornear el queso de leche.
2. Vaciar en la licuadora 12 huevos.
3. Poner en la licuadora el contenido de 2 tarros de leche condensada.
4. Llenar esos 2 tarros con leche y vaciarla en la licuadora.
5. Licuar hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. Vaciar la mezcla en el molde acaramelado.
6. Hornear a fuego medio en baño María (colocar el molde dentro de uno más grande y con agua) por 1 hora y media (chequear que el molde grande siempre tenga agua).
7. Desmoldar cuando ya esté frío.
Nota: Muchas veces vi a mi madre hacer este dulce solamente a baño María. Pero a mí nunca me funcionó. Así que ella me sugirió cocinarlo en el horno. Pero tampoco me funcionó, se me secaba mucho y en el medio no cuajaba.
Hasta que alguien me sugirió el baño María en el horno. ¡Y el dulce quedó perfecto!
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